Letra de La Sebastiana
(Letra y música de Antonio Quintero, Rafael de León, Manuel López-Quiroga)
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¡Ole… ole si señor!
Ole mi niño ole, esas manos!
¡Esas manos llenas de dedos, sí señor!).
Y en el marco de su ventana, recién lavada y en boatiné,
aparece la Sebastiana. Antes, muy antes de amanecer.
Entre medias los rizaores, que el espejillo, que la peineta,
a los tunos madrugaores les va leyendo la papeleta:
Ay. Ay, ay, ay. Ay, que te vi. Deja, que te vi.
Te he visto entrar. Te he visto salir.
Que yo sé la gachí quién es
por aquellos pies, que es un alguacil.
Sebastiana está endiquelando.
Sebastiana está al liquindoi.
Y adivina del quién y el cuándo,
del sube y baja, del vengo y voy.
Ay. Ay, ay, ay. Ay, que yo sé, que por mi salud,
que no es Mariluz la de esta mañana.
Que los pies eran de la Inés.
No hay quien se la dé a la Sebastiana.
Que los pies eran de la Inés.
No hay quien se la dé a la Sebastiana.
¡Ole!
Y aunque tiene siete colchones, la Sebastiana no pue dormí
ay, porque dice que los ratones que se le meten por la nariz.
Que el zapato, que la babucha que te endiñé con la palangan.
Cuando acaban aquellas lucha, vuelve al acecho la Sebastiana.
Ay. Ay, ay, ay. Ay, que te vi. Deja, que te vi.
Te he visto entrar. Te he visto salir.
Que yo sé la gachí quién es
por aquellos pies, que es un alguacil.
Sebastiana está endiquelando.
Sebastiana está al liquindoi.
Y adivina del quién y el cuándo,
del sube y baja, del vengo y voy.
Ay. Ay, ay, ay. Ay, que yo sé, que por mi salud,
que no es Mariluz la de esta mañana.
Que los pies eran de la Inés.
No hay quien se la dé a la Sebastiana.
Que los pies eran de la Inés.
No hay quien se la dé a la Sebastiana.
¡Vamos!.
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