Peces de Ciudad - Pablo Alborán y Pablo López

Letra de Peces de Ciudad

(Letra y música de Joaquín Sabina, Pancho Varona)

Video en Vivo

Se peinaba a lo garçon, la viajera
que quiso enseñarme a besar
en la gare d'Austerlitz.
Primavera de un amor
amarillo y fugaz como el sol
del veranillo de San Martín.

Hay quien dice que fui yo
el primero en olvidar
cuando en un si bemol de Jacques Brel
conocí a mademoiselle Amsterdam.

En la fatua Nueva York
da mas sombra que los limoneros
la estatua de la libertad.
Pero en desolation row
las sirenas de los petroleros
no dejan reír ni volar. (no dejan reír)

Y en el coro de Babel
desafina un español.
No hay mas ley (no hay mas ley)
que la ley del tesoro
en las minas del rey Salomón.

Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel
por mis sueños va ligero de equipaje
sobre un cascarón de nuez mi corazón de viaje,
(mi corazón de viaje)
luciendo los tatuajes de un pasado bucanero
de un velero al abordaje de un...
de un no te quiero querer.

Y como huir cuando no quedan islas para naufragar
al país donde los sabios se retiran
del agravio de buscar labios que sacan de quicio,
(que sacan de quicio)
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios de los
peces de ciudad (de los peces de ciudad)
que perdieron las agallas,
en un banco de morrallas,
en una playa sin mar.

El dorado era un champú,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una página web.
En Comala comprendí
que al lugar, que al lugar donde has sido feliz
tu no debieras tratar de volver (y volver).

Y cuando en vuelo regular (y)
yo pisé el cielo de Madrid me esperaba
una recién casada que no se acordaba de mi.

Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel
por mis venas va ligero de equipaje
sobre un cascarón de nuez mi corazón de viaje,
(mi corazón de viaje)
luciendo los tatuajes de un pasado bucanero
de un velero al abordaje de un...
de un no te quiero querer.

Y como huir cuando no quedan islas para naufragar
al país donde los sabios se retiran
del agravio de buscar labios que sacan de quicio,
(que sacan de quicio)
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios de los
peces de ciudad (de los peces de ciudad)
que perdieron las agallas, (eh)
en un banco de morrallas (en un banco de morrallas)
quedando... y...
Y...

Peces de Ciudad acordes Pablo Alborán y Pablo López