Letra de La que persigo
(Letra de Tomás Agustín Casaubón y Música de Hugo Disabato)
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Esta tarde de nuevo te crucé en el club
que compartimos bajo el sol,
yo provoco esos encuentros de pasillo,
no me atrevo a mirarte, no, no, no.
Son los sábados el día señalado,
luces ropa de tenis, blanca, blanca
y tu rostro busco desesperado,
esa cara bronceada que me encanta.
Ella es la chica que persigo,
la que juega tenis y yo espío,
la que temo me descubra si la miro,
la que sueño y se me evade en un suspiro.
Hoy tu nombre lo vi en la cartelera
y a tu hermano lo conozco, es habitué…
son ya muchos los minutos de mi espera
y si tu me conoces, no lo sé.
Anoche te hice guardia en la parroquia
y otra vez fracasé, no apareciste.
Son tus ojos para mi memoria
porque mi corazón no los resiste.
Ella es la chica que persigo,
la que juega tenis y yo espío,
la que temo me descubra si la miro,
la que sueño y se me evade en un suspiro.
Ya hice muchos intentos de llamarte
para escuchar tu voz enamorado;
“yo ya sé quien sos” me contestaste
y colgué de la vergüenza colorado.
Ella es la chica que persigo,
la que juega tenis y yo espío,
la que temo me descubra si la miro,
la que sueño y se me evade en un suspiro.
Ella es la chica que persigo,
la que juega tenis y yo espío,
la que temo me descubra si la miro,
la que sueño y se me evade en un suspiro.
que compartimos bajo el sol,
yo provoco esos encuentros de pasillo,
no me atrevo a mirarte, no, no, no.
Son los sábados el día señalado,
luces ropa de tenis, blanca, blanca
y tu rostro busco desesperado,
esa cara bronceada que me encanta.
Ella es la chica que persigo,
la que juega tenis y yo espío,
la que temo me descubra si la miro,
la que sueño y se me evade en un suspiro.
Hoy tu nombre lo vi en la cartelera
y a tu hermano lo conozco, es habitué…
son ya muchos los minutos de mi espera
y si tu me conoces, no lo sé.
Anoche te hice guardia en la parroquia
y otra vez fracasé, no apareciste.
Son tus ojos para mi memoria
porque mi corazón no los resiste.
Ella es la chica que persigo,
la que juega tenis y yo espío,
la que temo me descubra si la miro,
la que sueño y se me evade en un suspiro.
Ya hice muchos intentos de llamarte
para escuchar tu voz enamorado;
“yo ya sé quien sos” me contestaste
y colgué de la vergüenza colorado.
Ella es la chica que persigo,
la que juega tenis y yo espío,
la que temo me descubra si la miro,
la que sueño y se me evade en un suspiro.
Ella es la chica que persigo,
la que juega tenis y yo espío,
la que temo me descubra si la miro,
la que sueño y se me evade en un suspiro.
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